Ha vuelto a suceder. De nuevo he vuelto a escribir "amor" mientras pensaba en ti. Necesité que tuvieras la necesidad de tenerme cerca, sentí que desde lejos movías mi mano al compás de una música lenta que sonaba en la radio, tan inoportuna como siempre. Miro al ordenador, me has hablado. Me hago la dura para engañarme y decirme que no te necesito, que no me haces falta de verdad. No puedo evitarlo. Estoy triste. Rabia. No puedo abrazarte porque no estás, pero tengo miedo de que si estuvieras no quisieras tú. Miro al cielo y las estrellas brillan. Se me contagia, se me pega. Mis ojos brillan también. Fuera hace frío, y en mi habitación comienzan a llover lágrimas. No me mojo, pero se moja el papel, se moja el "amor". Me da un arrebato, golpeé durante varios minutos la pared con fuerza. Mis puños sangraban. Puse las manos encima del papel. Y una vez más, el "amor" acabó manchado de sangre.